Autor: John Stephens
Fecha De Creación: 23 Enero 2021
Fecha De Actualización: 19 Mayo 2024
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Cómo saber si debes consultar a un terapeuta - Guías
Cómo saber si debes consultar a un terapeuta - Guías

Contenido

En este artículo: Estime su estado emocional Tenga en cuenta los problemas psicológicos más graves Comprenda cómo la terapia puede ayudar17 Referencias

Todos tienen problemas, pero a veces puede tener la impresión de que sus problemas son más graves que sus preocupaciones habituales o su cucaracha del lunes por la mañana. Si está teniendo dificultades y si ningún consejo estándar va a mejorar, puede ser hora de tratar de ver a un terapeuta.


etapas

Parte 1 Estima su estado emocional

  1. Observe los momentos en que no se siente a sí mismo. Puedes tener la impresión de que la persona que eres últimamente no es alguien que reconoces y no puedes salir de esos sentimientos. Es normal tener un mal día o incluso una mala semana, pero si los sentimientos persisten y afectan su vida y la forma en que interactúa con los demás, puede ser hora de ir al siguiente paso y ver a un terapeuta.
    • Puede que quiera estar con sus amigos en general, pero de repente prefiere pasar su tiempo solo.
    • Puede sentir que a menudo está enojado cuando se enoja mucho antes.


  2. Piensa en cómo tus sentimientos afectan tu vida. ¿Has notado cambios en tus sentimientos y comportamiento solo en el trabajo o solo en casa? ¿Has notado que estos cambios tienen el efecto de afectar tu vida en casa, en la escuela, en el trabajo, con tus amigos, etc.? ? Es posible que haya notado que el clima ha empeorado en la escuela o con sus amigos o que sus relaciones familiares o profesionales están en declive. Si lo que siente en diferentes situaciones parece diferente de lo que considera normal, puede ser hora de consultar a un terapeuta.
    • Puede notar que no tiene tanta paciencia con los demás en el trabajo o que se siente más cómodo con sus hijos que antes.
    • Es posible que haya notado que su productividad en el trabajo ha disminuido significativamente y que está comenzando a cuidarse en casa.



  3. Esté atento a los cambios en sus patrones de sueño. A veces, es normal no dormir bien antes de una presentación o evento importante, pero si te das cuenta de que duermes demasiado (es decir que duermes durante una buena parte del día) o que tienes dormir (por ejemplo, quedarse dormido o despertarse por la mañana) puede indicar un estado de estrés.
    • La falta de sueño o el sueño excesivo son indicadores de angustia.


  4. Observe los cambios en sus hábitos alimenticios. Es posible que coma con más frecuencia para controlar su estrés. Es posible que haya perdido el apetito y apenas coma sin poder disfrutar de lo que come. Los cambios en sus hábitos alimenticios son una señal de angustia.
    • El consumo de ciertos alimentos podría consolarlo y usted come demasiado.
    • También puede encontrar algunos alimentos que no son apetitosos o que no son muy sabrosos, lo que significa que no come mucho durante el día.



  5. Observar un estado de ánimo triste o negativo. Si se siente más triste de lo habitual o si siente desesperación, deslealtad o insipidez y si no logra salir de su mal humor, puede ser hora de consultar a un terapeuta. Es posible que haya estado más entusiasmado con la vida y sus actividades antes, y ahora todo parece insípido. Es normal sentirse triste durante un día o dos, pero si está triste durante semanas, puede ocultar un problema mayor. Cuanto antes encuentre un tratamiento, antes podrá comenzar a sentirse mejor.



  6. Observe si se siente más nervioso, más inestable o más flaco. Puede que te preocupes por cosas pequeñas, pero últimamente, tus preocupaciones están adquiriendo una mayor proporción en tu vida. Es posible que haya notado que sus preocupaciones toman el control de su tiempo y su vida. Puede que le resulte estúpido asustarlo, ponerle nervios o ansiedad, pero no puede deshacerse de él. Si no está haciendo lo que tiene que hacer porque está preocupado, puede ser hora de pedir ayuda.
    • También puede notar otros signos que indican ansiedad, como agitación, irritabilidad y problemas de concentración.


  7. Habla con tu médico de cabecera. Su médico habitual (por ejemplo, su médico de familia) es un aliado importante para determinar si consultar o no a un terapeuta y será un excelente recurso para ayudarlo a encontrar un terapeuta que realmente pueda ayudarlo. Haga una cita con su médico y hágale saber cómo se siente. Él puede hacerle pruebas para descartar problemas físicos que podrían contribuir a sus sentimientos negativos, como enfermedades, cambios hormonales, etc.

Parte 2 Tener en cuenta los problemas psicológicos más graves.



  1. Pregúntese si se mutila o si tiene comportamientos de autolesión. La autolesión es una práctica de cortar partes del cuerpo con un objeto afilado. Por lo general, se realiza en los brazos, muñecas y piernas. Puede ser una estrategia de gestión, una forma de expresar el dolor y el sufrimiento interno a través del dolor externo. Aunque es una estrategia de gestión, es perjudicial y las personas que la practican pueden encontrar salidas más saludables para aliviar su dolor emocional, como la terapia.
    • La autolesión es inherentemente peligrosa. Puede terminar en el hospital o incluso perder la vida si se corta una vena o una arteria vital. Debes tomarlo muy en serio.


  2. Piensa en tus patrones de pensamiento persistentes y generalizados. El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) puede afectar los pensamientos y el comportamiento de manera extrema. Aunque es normal verificar dos veces si cerró la puerta o apagó la estufa, las personas con TOC pueden hacerlo todo el tiempo. Podrían repetir los mismos rituales todo el tiempo. Sufren un miedo invasivo que controla sus vidas, por ejemplo, la necesidad de lavarse las manos cien veces al día para evitar gérmenes o cerrar la puerta varias veces al día para evitar intrusos. Estos rituales no les brindan placer e incluso un cambio mínimo en el ritual les causa extrema angustia.
    • El TOC le impide controlar sus pensamientos o deseos. Podría crear una gran angustia si toma varias horas al día para completar sus rituales y esto puede interferir con la vida normal, incluso es un signo de TOC.
    • Si tiene TOC, solicite tratamiento. Es poco probable que los síntomas desaparezcan sin una intervención externa.


  3. Pregúntate si sufriste un trauma. Si ha tenido una experiencia traumática o ha experimentado un trauma en su vida, la terapia puede ayudarlo. El trauma puede ser físico, emocional o sexual. La violación es un evento traumático al igual que el abuso conyugal. El trauma también puede ocurrir después de presenciar la muerte de alguien o un evento catastrófico como una guerra o un accidente. La consulta de un terapeuta puede ayudarlo a clasificar estas emociones y a encontrar formas de manejar el trauma.
    • El trastorno de estrés postraumático es un trastorno real que afecta a las personas que han experimentado un evento traumático. Si experimenta síntomas de este trastorno, como pesadillas, recuerdos o miedo intenso a que el trauma vuelva a ocurrir, solicite ayuda.


  4. Pregúntese si está tomando drogas. Si recientemente comenzó a beber alcohol o tomar otras drogas en grandes cantidades, puede usarlo para controlar sus problemas emocionales. A veces las personas toman alcohol u otras drogas para olvidarse o distraerse del dolor que sienten por dentro. Un aumento en el consumo de drogas puede indicar problemas más profundos que deben expresarse. La terapia puede ayudarlo a encontrar nuevas formas de manejarlos de manera efectiva y saludable.
    • El consumo excesivo de alcohol puede causar serios problemas a su cuerpo. No es una forma saludable o segura de manejar sus problemas.


  5. Piensa en los riesgos que presentan los síntomas. Si corre el riesgo de lastimarse a sí mismo oa otros, es importante consultar a un médico rápidamente. Si está en peligro inmediato, solicite ayuda. Pide ayuda si te reconoces en alguna de las siguientes descripciones:
    • Tiene pensamientos suicidas o ha comenzado a desarrollar un plan para suicidarse.
    • piensas en la idea de lastimar a otros o ya te lavas
    • tienes miedo de lastimarte a ti mismo oa otros

Parte 3 Comprender cómo la terapia puede ayudar



  1. Piensa en eventos estresantes recientes en tu vida. Los eventos importantes de la vida pueden contribuir a su angustia y a sus problemas para manejarlos. La terapia puede ofrecerle una salida para hablar sobre estas transiciones y las mejores formas de manejarlas. Pregúntese si ha cruzado o está experimentando alguno de estos eventos:
    • una mudanza
    • un accidente o desastre
    • una transición en tu vida como un nuevo trabajo, ingresar a la universidad o mudarte a la casa de tus padres
    • un descanso sentimental
    • la pérdida de un ser querido (luto)


  2. Sepa que puede consultar a un terapeuta para trabajar en problemas menos serios. Puede pensar que las personas solo necesitan ver a un terapeuta cuando tienen un trauma mayor o cuando se sienten suicidas o muy deprimidos, pero ese no es el caso. Muchos terapeutas tienen un enfoque más holístico y trabajarán con usted en otros temas, como baja autoestima, problemas de pareja, problemas de comportamiento en sus hijos, conflictos interpersonales y una mayor independencia.
    • Si aún no está seguro, haga una cita con un terapeuta para una evaluación. Esto podría implicar pruebas y preguntas. El terapeuta le informará sobre sus opciones de tratamiento y recomendaciones.


  3. Comprenda sus habilidades para manejar sus problemas. La vida siempre te empujará al hoyo cuando menos lo esperes y es importante saber cómo manejar situaciones difíciles. Si carece de habilidades de gestión positivas o si encuentra que su situación actual es demasiado difícil de manejar, un terapeuta puede ayudarlo a encontrar una manera de manejarlas que lo beneficie.
    • Las drogas para sentirse mejor o el consumo de alcohol son malas soluciones para manejar sus problemas.
    • Un terapeuta puede ayudarlo a explorar formas de manejar sus problemas y a practicar estas habilidades, por ejemplo, utilizando técnicas de respiración profunda o relajación.


  4. Pregúntate si alguna vez te has sentido mejor. Piensa en una situación y cómo te sientes y pregúntate qué te ayudó. Si tiene problemas para encontrar cosas que le han sido beneficiosas, puede ser hora de pedir ayuda. Si ha intentado cosas que no funcionaron, puede reconocer que no puede permitirse resolver sus problemas solo por el momento. Un terapeuta puede ayudarlo a encontrar formas saludables y diferentes de abordar sus problemas.
    • Puede estar comprando para sentirse mejor, pero cuando regrese, se sentirá peor.
    • Si ha hecho cosas en el pasado que le han ayudado (por ejemplo, técnicas de respiración profunda o ejercicios) sin sentirse más aliviado, considere consultar a un terapeuta.


  5. Concéntrese en cómo se han comportado los demás hacia usted últimamente. A veces las respuestas de otros pueden ser pistas que muestran que tienes un problema mayor que una depresión o preocupación. Si sus amigos o familiares no pueden escucharlo o intentar ayudarlo, puede ser hora de ver a un especialista. Puede sentirse culpable de "estropear el estado de ánimo" y no quiere hablar sobre sus problemas con sus amigos. En este caso, un terapeuta puede ser útil.
    • Tal vez otros buscan caminar sobre los huevos en su presencia, le temen a su salud o le tienen miedo.
    • Un terapeuta también puede ayudarlo a hablar libremente sobre sus problemas y a encontrar formas más apropiadas de comunicarse con sus amigos.


  6. Pregúntese si una terapia lo ha ayudado en el pasado. Si ha completado con éxito la terapia en el pasado, puede ayudarlo nuevamente. Incluso si decide consultar a un terapeuta por una razón completamente diferente, sepa que le ha ayudado en el pasado y que puede ayudarlo ahora. Reflexione sobre los beneficios que ha obtenido de la terapia y pregúntese cómo podría ayudarlo en el presente.
    • Póngase en contacto con su terapeuta para ver si puede llevarlo a una consulta.


  7. Pregúntese si le gusta pensar en sus problemas o hablar de ellos. Es justo decir que la terapia puede no ser el mejor tratamiento para todos y las personas manejan y resuelven sus problemas de diferentes maneras. Sin embargo, si aprovecha la discusión de sus problemas, responde preguntas o habla honestamente con otra persona, la terapia puede ser beneficiosa para usted.
    • Un terapeuta podría cuestionar sus patrones de pensamiento, por lo que debe estar listo para responder preguntas difíciles. Sepa que el terapeuta está allí para apoyarlo y ayudarlo a prosperar. Él no está aquí para decirte qué hacer.
asesoramiento



  • Recuerda que tienes valor. No espere y diga: "Sufro solo" o "a nadie le importa". Estos pensamientos pueden arrastrarte por un camino peligroso. Otros se preocupan por ti y nadie quiere verte sufrir, especialmente no solo. Te mereces apoyo y ayuda.

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